viernes, 23 de enero de 2009

Carrera Candas - Luanco. 1 - 2 - 2009

Hola gente! hace tiempo que no publicaba nada, y como hoy estaba aburrido, pues que mejor que crear la entrada del próximo objetivo que tenemos para el club, que como muchos de vosotros sabéis, tenemos entre manos participar en la carrera popular que transcurre entre las localidades costeras de Candas y de Luanco, la prueba la organizan el C.A Gozón y el C.A Ocle y el recorrido es de 6,8 km (chupao no! ya veréis el perfil; pobres infelices) y la fecha de la prueba es el próximo domingo 1 de Febrero (¡ostias, un domingo!) a las 12:15 de la mañana, (a ver como combinamos esto con nuestra condición de deportistas trasnochadores, el Madrid nunca juega un domingo por la mañana) .

La carrera tiene la salida en el muelle de Candas y finaliza en el centro de Luanco, en el mes de Junio se realiza otra carrera, pero esta vez es el recorrido inverso, Luanco - Candas.

Os reproduzco el perfil de la carrera.



Como podéis observar en la imagen, el perfil esta lleno de repechos, a destacar el del km 5, pero que es esto para nosotros, acostumbrados a las condiciones mas adversas.

Para mas información clic aquí.

Nos podemos apuntar a la carrera enviando un correo electrónico a la siguiente dirección:  atletismogozon@gmail.com . Indicando en el mismo el nombre y los apellidos, la fecha de nacimiento y la edad, lugar de residencia y el nombre del club. Para mas información hay un numero de teléfono en el enlace que os puse.

Lo dicho, yo después de todo, aunque sea domingo y por la mañana, estoy resuelto a participar, espero que vosotros os animéis igual, aunque solo sea por seguir participando en actividades deportivas así todos juntos, además, después de la carrera podíamos quedar para hacer una comida de hermandad o para tomar algo todos juntos.

Un inciso, el circuito de la carrera no es circular, es lineal, y aunque parece ser que la organización tiene previsto poner un autobús a los participantes para que regresen al punto de partida, es posible que tengamos que llevar dos coches por lo menos, uno para dejarlo en Luanco y otro en Candas, a ver como nos arreglamos.

Nada mas, solo me queda animaros a que participéis todos los que podáis, a ver si hacemos un grupo tan numeroso como el del fin de semana pasado.
Un saludo a todos.

Confraternización

Reproduzco de forma íntegra un correo recibido en la cuenta del Club:

Estimados amigos del Club Deportivo "La Güestia".

Aunque ha pasado más de un mes desde que os sucedimos en el "Picayu", con la vacaciones en medio, no queríamos dejar pasar más tiempo sin comunicaros que recogimos vuestro testigo el 14 de diciembre del pasado año 2008.

Somos el grupo de montaña "Escuela de Padres de la Parroquia Corazón de María" de Oviedo. Comenzamos nuestra andadura el año pasado (somos aún unos novatos), pero estamos cargados de ilusión.

Un saludo y hasta la próxima cumbre...

jose luis sanchez urbon

lunes, 19 de enero de 2009

Hacia rutas salvajes...











¿Quién no ha soñado, en su infancia o ya de adulto, con poner los pies en territorios aún vírgenes, donde la mano devastadora del ser humano no pueda ser adivinada, donde el conservacionismo haya permitido a la naturaleza vagar a sus anchas? ¿Quién no ha querido alguna vez sentirse como un explorador, como un colono, como un aventurero en rumbo hacia lo desconocido...?

Este sábado el Club en su integridad pudo experimentar estas sensaciones en toda su plenitud en su paseo por la Reserva Integral de Muniellos, con la gratificante incorporación de amigos y simpatizante que contribuyeron a formar un grueso expedicionario en absoluto despreciable: nada más y nada menos que dieciséis montañeros afrontamos con ilusión una jornada que prometía, ya a priori, su naturaleza excepcional, rara, irrepetible.

El complejo esfuerzo organizativo que supuso esta expedición (y que de aquí agradecemos a quien, como muchos sabéis, se hizo cargo de las gestiones referentes a la reserva, papeleo, contacto telefónico, etc.) hizo que fueran varios los puntos de inicio de la jornada. El despertador sonó pronto: a las 6 y cuarto de la mañana ya estábamos algunos en pie, bostezando mientras guardábamos polainas, comida, vino... Ya en el coche a las siete, y tras recoger a todos los expedicionarios "carbayones", nos dirigimos, aún de noche, hacia Grado, donde ya nos esperaban, con gesto tanto de impaciencia (comprensible tras 15 minutos de retraso) como de sorna (fruto, sin duda, de lo "nutrido" del vehículo) la parte más numerosa del grupo. A los coches, y rumbo a Moal. Un trayecto largo, nocturno, salpicado por el sonido de la radio y el rumor de las conversaciones. Las primeras luces comenzaron a sorprendernos al poco de entrar en el concejo de Cangas del Narcea, atravesado casi en su totalidad, de punta a punta, prácticamente hasta su límite con Ibias. Llegando a Moal, nos topamos prácticamente de frente, para nuestra sorpresa, con la sección "pucelana" de la excursión, quienes guardaban sus últimos objetos, tras haber pernoctado al lado de la carretera. Saludos, bromas, y puesta de chaquetas: había tan solo un grado. De nuevo en los coches, nos desplazamos hasta Tablizas, donde la guardesa nos esperaba para llevar a cabo la correspondiente explicación de la ruta, al tiempo que repartía mapas entre quienes los deseaban. Mientras nos identificábamos llegaron los últimos coches del grupo. Una vez arreglados los trámites, preparación (mochilas, primeras polainas puestas, encendido de gps...) y en ruta. El sendero, muy cómodo y llevadero en sus primeros kilómetros, saltaba a uno y otro lado de un arroyo con la ayuda de unos pequeños puentes de madera solo tranquilizadores por la presencia de redecillas metálicas en su superficie (tras la fuerte helada de la noche, las tablas parecían pistas de patinaje). Tras unos tres kilómetros y medio ascendiendo por lo más profundo del valle, las primeras nieves comenaron a poblar los márgenes del sendero, mientras la inclinación de este iba en aumento. A estas alturas, tuvo lugar, fruto en gran medida del incremento de una nieve que tapaba toda pisada anterior, la única gran duda en lo que al trazado del sendero se refería. Mapas, gps y brújulas no lograban sacarnos de la incertidumbre. Por fortuna, una pequeña avanzadilla del grupo nos informó de que unos metros más adelante las pisadas reaparecían de nuevo. Así pues, y con casi todas las polainas ya puestas, comenzamos el verdadero "ascenso" hacia la primera de las lagunas de la reserva, nuestro punto de destino. La nieve rápidamente se convirtió en hielo, lo que paradójicamente facilitó un ascenso que, de otro modo, se habría visto enormemente dificultado por el grosor de la nieve. Al fin, un cartel nos informaba de la distancia hasta nuestra meta: tan solo un kilómetro. Dejamos en el cruce a parte del grupo, reponiéndose de lo fatigoso del ascenso entre la nieve, y nos dirigimos hacia la laguna. Los últimos metros fueron especialmente atractivos, con muy poco desnivel y unas vistas excepcionales. Tras algunos titubeos, un regato nos permitió salvar los últimos metros antes de vislumbrar, para nuestra sorpresa, una considerable masa de agua absolutamente congelada: más parecía la pista de un partido de la NHL que una laguna. Como consecuencia de la situación, los más intrépidos se aventuraron a pisar el hielo, mientras más de uno bromeaba sobre lo oportuno de un inesperado resquebrajamiento. Mientras, llegaban, para nuestra satisfacción, los últimos integrantes del grupo, que al fin se habían animado a salvar los últimos metros. Llegó el momento del aprovisionamiento: embutidos, bocadillos, bota de vino; la gradable sensación que producía una furtiva rayada de sol desapareció con brusquedad tras la sombra de la montaña que se cernía ante nuestros ojos, lo que produjo un súbito e inesperado descenso en la temperatura que aceleró nuestra partida. Últimas fotos, y descenso, mucho más cómodo y rápido que la subida. Alguno de los integrantes de la expedición se aventuró a ganar unos metros, convirtiendo los pantalones en improvisado trineo. Las nieves desaparecieron, y con ellas surgió de nuevo el sendero, acompañado por unas aguas transparentes, cristalinas, sorprendentemente limpias y traslúcidas, de una rareza cada vez mayor, por desgracia. Con el sendero ya encarrilado, en sus kilómetros finales, alguno de nosotros logró contemplar dos tímidos jabatos escabulléndose entre la maleza, fruto sin duda de los ruidos. De nuevo en los coches, hicimos uso de la casa de la guardesa para reponernos, cambiar ropa y escribir algo en el libro de firmas. La inesperada aparición del guarda forestal nos permitió hacer acopio de información adicional en torno a la reserva. Una vez reunidos, acordamos desplazarnos hasta el centro de interpretación de Muniellos, donde pudimos aumentar nuestro conocimiento en torno a la reserva con la ayuda tanto de las explicaciones de la guía turística como de la contemplación de paneles informativos, pequeñas reproducciones de escenas de la reserva, etc. Mientras tomábamos un café en el bar del centro ya empezamos a elucubrar próximos objetivos: Tineo, Teverga... nuestras mentes seguían jugueteando ante la consecución de próximos objetivos.

Despedida, y a los coches. Aún quedaban dos largas horas de viajes, donde a más de uno le pudo el sueño, más que comprensible tras el madrugón y la caminata.

Para quienes, en nuestra infancia, vimos la película de Sydney Pollack Las aventuras de Jeremiah Johnson, resultaba un sueño el imaginarnos algún día como el trampero de la película (Robert Reford), surcando bosques, en medio de la nieve, sin que la mano devastadora del hombre transmitiera la triste sensación de encontrarnos en poco menos que en un parque de atracciones. Alguno de nosotros, especialmente en ese tramo final, antes de alcanzar la laguna, tuvo esa sensación, el regusto excitante de la naturaleza salvaje en su manifestación más invernal...

Un saludo a todos, y enhorabuena por vuestro esfuerzo recompensado.

Anexo: podéis contemplar en el encabezado de la entrada el track de la ruta. Salvo por un pequeño desfase en el margen superior derecho, correspondiente a Tablizas, y fruto de las dificultades de nuestros receptores de GPS para ubicarse al principio, debido a lo tupido del bosque y a lo cerrado del valle, la ruta es fiable y coincide con la foto vía satélite. La distancia final, hecha la proyección cartográfica correspondiente, fue de algo más de quince kilómetros (dependiendo, ya en cada caso, de posibles ascensos y descensos buscando gente, pisadas, etc.)

sábado, 10 de enero de 2009

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Ruta al Bosque de Muniellos
Accedemos a Muniellos desde la carretera del puerto del Connio, tras pasar el pueblo de Moal. Nada más rebasarlo surge una pista a nuestra izquierda, siguiendola llegamos a Tablizas. Está casona pertenece a la guardería del parque, allí nos recibirá un guarda al que entregaremos el permiso. Detrás de la casa comienza el camino, ascendiendo entre robles y algún ejemplar de haya, esta será la tónica del entorno, donde predominan los ejemplares de roble sobre las otras especies. Llegamos al arroyo de Cullada, a partir de aquí, la senda se hace más estrecha y transcurre paralela a las laderas de los valles. Tendremos que atravesar canchales de roca
descompuesta, los cuales abundan en el recorrido. Más adelante llegamos a la vallina de Fuenculebra, aquí po- dremos encontrar una fuente. Continuamos nuestro camino, dejando a nuestra izquierda el fondo del valle por donde más tarde descenderemos. Subiendo llegamos a la cabecera, allí encontraremos un pequeño cartel de madera que nos indica una senda más estrecha que entre abedules nos conduce a la primera laguna, llamada de la Isla, las otras se encuentran a unos 15 minutos. La vuelta la haremos por el mismo camino hasta el car- tel de madera, donde a nuestra derecha tomamos el camino, al principio por un canchal con bastante pen- diente, y más tarde por un camino llano y paralelo al arroyo de la Candanosa que tras 6,5 km nos lleva de re- torno. Cruzamos algunos puentes de madera, y rodeados por la vegetación que crece en la ribera, alcanzamos Tablizas tras recorrer en total 18 km.

sábado, 3 de enero de 2009

ALTO DE LA DEGOLLADA. 613 Mts. LAS REGUERAS

Después de celebrar el comienzo del año, tocaba hacer algo de penitencia por los excesos cometidos durante las fiestas, así que cogí la bici y me dispuse a alcanzar El alto de alto de la Degollada, el punto mas alto de el concejo de Las Regueras, y que había puesto en el mapa como alcanzado por nuestro club, y era mentira, solo habíamos llegado hasta el área, as i que me puse a enmendar el error y hoy si que podemos decir que ese techo es objetivo cumplido.
A continuación os relato la ruta, por si os animáis a hacerla, además el pico no tiene buzón, y como queréis colocar uno, puede ser un buen sitio, cerca de casa, y se puede llegar en coche hasta la base, para no tener que cargar con el material mucho recorrido.
Como no llevo ni Gps ni siquiera cuenta en la bici, no puedo daros datos fiables de recorrido ni de tiempo, pero calculo que la ruta en bici lleva alrededor de 2 horas ida y vuelta

Salimos desde La Carbayeda, en Santa María de Grado, atravesamos el monte y cuando llegemos al puende de Llera, tomaremos la n-634 dirección a Grado y cuando llegue a Peñaflor, cruce el puente .

Seguiremos por la as-234 durante unos 300 mts a ojo, tomamos una derivación a la derecha que indicaba el área recreativa, y salvado el repecho inicial alcanzaremos las 4 casas del Campillín, a partir de hay todo para arriba hasta el área, el ascenso al comienzo tiene bastante desnivel y se hace duro, pero sobre la mitad se hace mas llevadero y se realiza básicamente sobre asfalto y muy al final sobre tierra, durante el recorrido solo nos encontraremos un cruce, sobre la mitad del recorrido, en que por la derecha podremos ir al pueblo de Las Ablanales, y por la izquierda vamos al área, de todas formas esta indicado, no hay perdida.

Cuando estemos apunto de llegar al área recreativa, podremos ver el pico destacando el ancho cortafuegos que usaremos de camino para llegar a su cumbre.

Una vez lleguemos al área recreativa, la pista de tierra se convertirá de nuevo en asfalto, y seguiremos por ella unos 600 mts hasta la base del pico.

Una vez en la base, ascenderemos por el cortafuego hasta el pico, yo aquí no tuve mas remedio que dejar la bici escondida entre el monte por aunque en la foto pueda parecer una pista de tierra, la realidad es que esta sembrado de carabas, que nos acompañaran y pincharan hasta la misma cumbre.
Una vez arriba, un vértice geodésico nos dará la bienvenida

Desde lo mas alto, tendremos unas vistas esplendidas, y una visión de 360º de todo el centro de Asturias, ya que este pico domina a todos los de su zona, una pena que solo llevara la cámara del móvil. Además, tendremos al alcance de nuestra mano otros dos techos de concejo, al SO el pico Pedroso, techo de Candamo, y el Gorfoli, con sus antenas, al Norte, techo de Llanera.

Lo dicho, este puede ser un buen pico para colocar nuestro buzón, el coche nos deja justo en la base, y alcanzar el pico nos llevara unos 10 minutos aproximadamente, y la única dificultad son las molestas carabas.