miércoles, 31 de diciembre de 2008
XXV SAN SILVESTRE OVIEDO

Hoy volvemos a correr, esta vez por las calles de Oviedo en la XXV San Silvestre, os invito a todos a participar, aunque ya hayamos recogido los dorsales y no se si también los chips, se puede participar sin ellos, es muy sencillo, solo hay que correr.
La edición de este año tiene una longitud de 4.400 mts, la concentración tiene lugar en la Plaza de la Escandalera a las 18:20 horas y el recorrido es el siguiente:
Uría - Conde Toreno - Campo San Francisco - Marqués de Santa Cruz - Fruela - Pozos - Plaza del Riego - Ramón y Cajal - San Francisco - Uría - independencia - Arquitecto Reguera - Gil de Jaz- Marqués de Pidal - Conde Toreno - Campo San Francisco - Marqués de Santa Cruz - Fruela - Pozos - Plaza del Riego - Ramón y Cajal - Plaza de catedral (Meta)
Destacar que este año, a diferencia del anterior, que la inscripción era gratuita y no tenia premios en metalico, la inscripción y recogida del dorsal de este año conllevaba un costo de 2 euros, con la que te daban una camiseta, y que para recoger el chip, hay que dar una fianza de 10 euros, que se devuelven al entregarlo al final de la carrera o en el palacio de los deportes el día 2 de enero, y también destacable que la Función Hidrocantabrico donara un euro a organizaciones no gubernamentales por cada participante menor de 12 años y mayor de 60 años, que yo pienso que lo guapo seria que se estiraran donando un euro por cada participante indistintamente de la edad, o dando los 2 euros que apoquinamos por participar.
Nada mas, os animo como os dije antes a participar, o si no, acercaros a animarnos a nosotros.
Feliz año 2009 a todos
La edición de este año tiene una longitud de 4.400 mts, la concentración tiene lugar en la Plaza de la Escandalera a las 18:20 horas y el recorrido es el siguiente:
Uría - Conde Toreno - Campo San Francisco - Marqués de Santa Cruz - Fruela - Pozos - Plaza del Riego - Ramón y Cajal - San Francisco - Uría - independencia - Arquitecto Reguera - Gil de Jaz- Marqués de Pidal - Conde Toreno - Campo San Francisco - Marqués de Santa Cruz - Fruela - Pozos - Plaza del Riego - Ramón y Cajal - Plaza de catedral (Meta)
Destacar que este año, a diferencia del anterior, que la inscripción era gratuita y no tenia premios en metalico, la inscripción y recogida del dorsal de este año conllevaba un costo de 2 euros, con la que te daban una camiseta, y que para recoger el chip, hay que dar una fianza de 10 euros, que se devuelven al entregarlo al final de la carrera o en el palacio de los deportes el día 2 de enero, y también destacable que la Función Hidrocantabrico donara un euro a organizaciones no gubernamentales por cada participante menor de 12 años y mayor de 60 años, que yo pienso que lo guapo seria que se estiraran donando un euro por cada participante indistintamente de la edad, o dando los 2 euros que apoquinamos por participar.
Nada mas, os animo como os dije antes a participar, o si no, acercaros a animarnos a nosotros.
Feliz año 2009 a todos
sábado, 27 de diciembre de 2008
Porcabezas: historia de un (re)encuentro

Porcabezas forma parte del imaginario colectivo belmontino. Se trata de un pico que, sin estar revestido por la aureola mítica de Peña Manteca, se encuentra enclavado en una zona especialmente emblemática, muy próximo a la venta de la Corredoria, y su base sirve de sendero para el Camín Real, también conocido como Calzada Romana. A esto hemos de sumar el hecho igualmente significativo de tratarse del segundo vértice geodésico del concejo, tras la ya mentada Peña Manteca. Para quienes ya lo conocíamos, intentar una invernal a Porcabezas era poco menos que un sueño hecho realidad. Pasar del sofoco de agosto a las nieves de diciembre prometía, en principio... y así fue. Porcabezas nunca defrauda.
Dejamos el coche en Belmonte de Miranda, con cuatro frígidos grados que no invitaban en absoluto a echarse al monte, si bien las nubes habían cortado una helada que hubiese resultado, vista la temperatura, casi insoportable. Tras un breve recorrido (apenas un kilómetro) por una carretera asfaltada, llegamos al pueblo (casi mejor decir a las dos casas) de Tablao, donde ya pudimos coger la senda que habría de trasladarnos hasta Dolia. El paisaje, boscoso y acompañado por el transcurrir de un río, hacía pensar en una sensación térmica poco agradable, con frío y humedad. Por el contrario, empezamos a sorprendernos cuando, al poco de comenzar la ascensión, comprobamos que la ropa empezaba a sobrar a la velocidad de la luz: estábamos sudando a mares. El camino, en efecto, engañaba: una constante y empinada vereda hacía que el frío se transformara en sofoco y calor. No en vano, enseguida nos pusimos a una cota de 750 metros, alcanzando al fin, tras hora y cuarto de caminata, el pueblo de Dolia, ya salpicado por las nieves más reacias a irse. A partir de ahí cogimos el Camín Real, dificultoso en extremo por el excesivo barro que encontramos por la senda. A pesar de ello, y con las botas rebosando fango, alcanzamos la venta de la Corredoria, veiga famosa por la fiesta que en agosto tiene allí lugar. Frente a nosotros, la blancura de una serie de colinas por las que teníamos que ascender. Tomando una pista que quedaba a mano izquierda, fuimos viendo poco a poco cómo en realidad era el hielo, y no la nieve, lo que iba apareciendo bajo nuestros pies: sorpresa y un poco de preocupación; aquello resbalaba. Mientras tanto, lo que en un princpio había empezado a ser lluvia se transformó en nieve, que ya nos acompañó sin remedio hasta la cumbre. Alcanzando al fin la veiga situada a los pies de Porcabezas, sorpresa e incredulidad: allí no había ningún monte. Una cerrada niebla solo permitía adivinar un pico allí detrás a quienes ya lo conocían; objetivamente, allí no había nada. Poco a poco intentamos ascender por la ladera, ignorando por completo la ubicación de la cumbre. De vez en cuando echábamos un vistazo a la brújula, al objeto de tener un rumbo de regreso proyectado. El hielo, duro como el asfalto, aconsejaba incluso haber llevado crampones, por irónico que nos resultase. Si en la historia del montañismo ha existido alguna ascensión completamente a ciegas, esta lo fue; nuestras piernas solo se movían cuando encontraban una parcela de terreno ligeramente más elevada. Al fin, una breve corriente de aire despejó ligeramente la niebla; lo suficiente para adivinar, un poco a la derecha, el anhelado vérice geodésico. Rápido ascenso al fin, y coronación. Para nuestra desilusión, allí no había nada que fotografiar; el paisaje había vuelto a desaparecer. Un breve descanso, y de nuevo hacia abajo. Siguiendo la intuición y la brújula, logramos llevar con cierta consistencia el rumbo original, hasta que al fin la niebla desapareció, en cotas inferiores, abriéndose de nuevo el paisaje ante nuestro ojos: Quintanal, Las Cruces, la base de Peña Manteca...: al fin lográbamos ver algo. Rápidamente alcanzamos de nuevo la Corredoria, donde nos dimos un breve homenaje con un bocadillo que apenas duró un instante: allí no había quien parase de frío. De vuelta a Dolia (esta vez por la pista, no por la senda enlodada) y de nuevo hacia abajo, dejando a nuestra derecha otra de las cimas míticas del concejo: el pico Cervera. Al fin, llegada a Belmonte y en coche hasta Grado. Punto y final.
Se dice que cuando le preguntaron a Mallory (quizás el primer alpinista en coronar el techo de la Tierra; su muerte, a unos metros de la cumbre, ha dejado sembrado el enigma de si falleció en el ascenso o en el descenso) que por qué quería ascender al Everest, su respuesta fue: "porque está ahí". Nosotros ni siquiera pudimos decir eso ayer; en todo caso, sí que podemos afirmar: "porque quiero llegar lo más arriba posible". En eso consiste el veneno del montañismo... y su grandeza.
P.D.: puesto que hemos conseguido incorporar al club un nuevo GPS, aprovecho para añadir algunos datos técnicos (muy escasos, aún no dispongo de cable para pasar el track al ordenador) de la ruta de ayer, por si a alguien le interesa:
Origen (altitud y coordenadas): Belmonte de Miranda (215 metros; N 43º 17' oo.2 ''; W 06º 13' 01.3'')
Destino (altitud y coordenadas): pico Porcabezas (1210 metros; N 43º 13' 54.6''; W 06º 12' 14.0'')
Distancia (según GPS): 16.2 km; (según google earth, 17.4 km)
Tiempo: 5 horas, 24 minutos
Velocidad media : 3 km/h
¡Y mucha suerte a nuestros representantes en la carrera de Castrillón!
Dejamos el coche en Belmonte de Miranda, con cuatro frígidos grados que no invitaban en absoluto a echarse al monte, si bien las nubes habían cortado una helada que hubiese resultado, vista la temperatura, casi insoportable. Tras un breve recorrido (apenas un kilómetro) por una carretera asfaltada, llegamos al pueblo (casi mejor decir a las dos casas) de Tablao, donde ya pudimos coger la senda que habría de trasladarnos hasta Dolia. El paisaje, boscoso y acompañado por el transcurrir de un río, hacía pensar en una sensación térmica poco agradable, con frío y humedad. Por el contrario, empezamos a sorprendernos cuando, al poco de comenzar la ascensión, comprobamos que la ropa empezaba a sobrar a la velocidad de la luz: estábamos sudando a mares. El camino, en efecto, engañaba: una constante y empinada vereda hacía que el frío se transformara en sofoco y calor. No en vano, enseguida nos pusimos a una cota de 750 metros, alcanzando al fin, tras hora y cuarto de caminata, el pueblo de Dolia, ya salpicado por las nieves más reacias a irse. A partir de ahí cogimos el Camín Real, dificultoso en extremo por el excesivo barro que encontramos por la senda. A pesar de ello, y con las botas rebosando fango, alcanzamos la venta de la Corredoria, veiga famosa por la fiesta que en agosto tiene allí lugar. Frente a nosotros, la blancura de una serie de colinas por las que teníamos que ascender. Tomando una pista que quedaba a mano izquierda, fuimos viendo poco a poco cómo en realidad era el hielo, y no la nieve, lo que iba apareciendo bajo nuestros pies: sorpresa y un poco de preocupación; aquello resbalaba. Mientras tanto, lo que en un princpio había empezado a ser lluvia se transformó en nieve, que ya nos acompañó sin remedio hasta la cumbre. Alcanzando al fin la veiga situada a los pies de Porcabezas, sorpresa e incredulidad: allí no había ningún monte. Una cerrada niebla solo permitía adivinar un pico allí detrás a quienes ya lo conocían; objetivamente, allí no había nada. Poco a poco intentamos ascender por la ladera, ignorando por completo la ubicación de la cumbre. De vez en cuando echábamos un vistazo a la brújula, al objeto de tener un rumbo de regreso proyectado. El hielo, duro como el asfalto, aconsejaba incluso haber llevado crampones, por irónico que nos resultase. Si en la historia del montañismo ha existido alguna ascensión completamente a ciegas, esta lo fue; nuestras piernas solo se movían cuando encontraban una parcela de terreno ligeramente más elevada. Al fin, una breve corriente de aire despejó ligeramente la niebla; lo suficiente para adivinar, un poco a la derecha, el anhelado vérice geodésico. Rápido ascenso al fin, y coronación. Para nuestra desilusión, allí no había nada que fotografiar; el paisaje había vuelto a desaparecer. Un breve descanso, y de nuevo hacia abajo. Siguiendo la intuición y la brújula, logramos llevar con cierta consistencia el rumbo original, hasta que al fin la niebla desapareció, en cotas inferiores, abriéndose de nuevo el paisaje ante nuestro ojos: Quintanal, Las Cruces, la base de Peña Manteca...: al fin lográbamos ver algo. Rápidamente alcanzamos de nuevo la Corredoria, donde nos dimos un breve homenaje con un bocadillo que apenas duró un instante: allí no había quien parase de frío. De vuelta a Dolia (esta vez por la pista, no por la senda enlodada) y de nuevo hacia abajo, dejando a nuestra derecha otra de las cimas míticas del concejo: el pico Cervera. Al fin, llegada a Belmonte y en coche hasta Grado. Punto y final.
Se dice que cuando le preguntaron a Mallory (quizás el primer alpinista en coronar el techo de la Tierra; su muerte, a unos metros de la cumbre, ha dejado sembrado el enigma de si falleció en el ascenso o en el descenso) que por qué quería ascender al Everest, su respuesta fue: "porque está ahí". Nosotros ni siquiera pudimos decir eso ayer; en todo caso, sí que podemos afirmar: "porque quiero llegar lo más arriba posible". En eso consiste el veneno del montañismo... y su grandeza.
P.D.: puesto que hemos conseguido incorporar al club un nuevo GPS, aprovecho para añadir algunos datos técnicos (muy escasos, aún no dispongo de cable para pasar el track al ordenador) de la ruta de ayer, por si a alguien le interesa:
Origen (altitud y coordenadas): Belmonte de Miranda (215 metros; N 43º 17' oo.2 ''; W 06º 13' 01.3'')
Destino (altitud y coordenadas): pico Porcabezas (1210 metros; N 43º 13' 54.6''; W 06º 12' 14.0'')
Distancia (según GPS): 16.2 km; (según google earth, 17.4 km)
Tiempo: 5 horas, 24 minutos
Velocidad media : 3 km/h
¡Y mucha suerte a nuestros representantes en la carrera de Castrillón!
Anexo: os he dejado en la parte superior de la entrada, grosso modo, el track de la ruta, elaborado a mano alzada, por si os interesa echarle un vistazo.
Fotos Pico Porcabezas
A la espera de la crónica, cuelgo las fotos de la ruta de ayer, para que todos los que no fuisteis con nosotros las veáis con envidia.
Salimos desde la plaza de Belmonte, bien abrigados, aunque sin esperar lo que nos deparaba allí arriba.
Después de caminar entre barro por el camín real, llegamos a la venta de la corredoria, desde aquí a la cumbre solo veíamos nieve, el pico lo intuamos y ya pensabamos en ponernos las necesarias polainas.




Al final ascendimos esta montaña, blanca en todos los sentidos, nevando sobre nosotros y una niebla que nos dejaba ver mas que unos metros, alcanzamos la cumbre, una vez mas, la Güestia cumplió su objetivo.
jueves, 25 de diciembre de 2008
Ruta 26 de Diciembre 2008
Para mañana tenemos que hacer la ultima actividad montañera del club en este año, para el proximo habra mas.
Se barajan dos opciones, el pico Vizcares en Piloña o el pico Porcabezas en Belmonte de Miranda.
Os las desgrano un poco por encima:
Pico Vizcares. 1.420 mts
Señalización: Sin señalizarSe barajan dos opciones, el pico Vizcares en Piloña o el pico Porcabezas en Belmonte de Miranda.
Os las desgrano un poco por encima:
Pico Vizcares. 1.420 mts
Acceso: Por la autovía A-8 y por la N-634 en dirección a Santander, hasta Infiesto, entrar en el pueblo. A la salida, desvío a la derecha hacia El Espinaredo y Riobofar hasta el área recreativa de la Pesanca. Aparcar justo antes de pasar el primer puente que hay en la pista.
Desnivel: 1050 m.
Dificultad: Alta por el desnivel.
Duración: 5 h ida y vuelta.
Comentarios: Ascensión dura por el desnivel a salvar. En invierno la zona de subida a Cureñu suele estar muy embarrada. Cuidado en la bajada porque la zona de piedras esta muy suelta y es muy fácil resbalar
Pico Porcabezas. 1.210 mts
Señalizacion: Sin Señalizar
Acceso: Hay varios accesos, se puede salir desde Belmonte, o desde el pueblo de San Martin de Ondes perteneciente al concejo de Belmonte de miranda.
Desnivel: 520 mts desde San Martin, 1000 mts desde Belmonte
Dificultad: Baja
Duración: 2 horas aprox. (6,5 km) desde San Martín. 5 horas desde Belmonte
Comentarios: La ruta desde Belmonte ya fue realizada por miembros del club, asi que es solo seguirles los pasos, no hay perdida
Nada mas, solo nos queda escoger una de estas rutas, podeis dejar opinion de cual quereis realizar o si tenies otra ruta en los comentarios.
saludo a todos y Felices Fiestas
Nada mas, solo nos queda escoger una de estas rutas, podeis dejar opinion de cual quereis realizar o si tenies otra ruta en los comentarios.
saludo a todos y Felices Fiestas
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