Sin embargo, las nevadas casi continuas no daban mucha tregua, asique antes de aventurarse a la actividad deportiva, nada mejor que una buena sesión de calentamiento-vermut con Javi y Miguel a media mañana, prolongada lo suficiente para entonar el cuerpo y afrontar las bajas temperaturas reinantes.
Vuelta a casa, y esta vez sí, el cielo da una tregua y salen incluso unos tímidos rayos de sol, asique es el momento de calzar las zapatillas de correr, poner toda la ropa térmica una encima de otra y salir a probar la tracción sobre tan desafiante y crujiente superficie!

Según iba subiendo por la carretera de Fitoria, la nieve era cada vez más firme y abundante, y la sensación de correr en esas condiciones, tan gozosa como volver a la más tierna infancia y poder disfrutar con cada uno de los sentidos de todo lo que te rodea!




Curiosamente, la pista estaba casi tan animada como un soleado día de verano, mucha gente sacando fotos, cantidad de crios tirandose con trineos y haciendo muñecos en cada montón de nieve...


Pero cuando parecía que ya no nevaría más, tras dejarme llevar por la euforia y alejarme casi 5 km (y agotar la batería de la cámara en el proceso), cuando empezaba a anochecer de nuevo el cielo se cubrió en un momento y otra vez a nevar a todo trapo! Asique de vuelta tan rápido como pude, llegando a casa calado con nieve hasta en las pestañas, pero con la sensación de divertirme corriendo como un niño!
2 comentarios:
si señor! la señal que el madridismo estaba esperando, otro año en blanco!
Pues a nosotros nos dio por coger el trineo y tirarnos por los praos de santa, grababamos algun video de como retozabamos por los praos, ya los subimos al canal de la Güestia.
Ah, grande la foto de despues de la merienda, no dejastes nada eh!jajajajaja
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